Por lo fino y delgado, el epitelio labial es muy sensible, contiene numerosas glándulas mixtas, sebáceas, sudoríparas y folículos pilosos, la zona roja de los labios (por recibir mayor cantidad de sangre) no presenta estas características, por lo que es más sensible a sufrir lesiones por el efecto del sol, el viento y el frío, produciéndose resequedad.
Los labios no tienen melanina, el pigmento natural de la piel, que ayuda a protegerlos de los rayos solares. De ahí que los labios no se pueden broncear, pero sí se queman fácilmente. Los labios están constantemente expuestos a los rayos solares, aún cuando otras partes del cuerpo estén protegidas por la ropa.
La mayoría de los dermatólogos recomiendan para los labios factores de protección solar (FPS) del número 15 o superiores. El número del factor de protección solar indica el tiempo que una persona puede exponerse al sol antes de quemarse.
El FPS 15 le da a los labios protección de 15 veces más que la protección natural.
En cosmetología para saber el factor de protección solar (FPS) de los filtros usados, se multiplica el número de factor por 15 minutos, que es el tiempo máximo que pueden estar los labios expuestos al sol sin protección, por lo tanto 15 (FPS) x 15 = 225 minutos de protección en cada aplicación, es decir 3 horas 45 minutos de cobertura para no sufrir daño.
La exposición al sol es también uno de los desencadenantes más frecuentes del Herpes Labial.
Asi que no lo olvides ¡Los labios no hay que descuidarlos!.
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