lunes, 16 de agosto de 2010

4 hábitos nocivos que deforman la dentadura y la cara

El siguiente articulo aparecio publicado en el ultimo numero de la revista "Todo Niños" de Playa del Carmen, QR.


El desarrollo de la mandíbula y el maxilar, tanto en forma como en tamaño, está influenciado por la respiración, la forma de deglutir y la posición de la lengua.
Los malos hábitos contribuyen a formar los mayores problemas de ortodoncia. Estos deben de corregirse tan pronto como se detecten. Si no se corrigen, el crecimiento de la cara y la alineación de los dientes se verán afectados. Además, cualquier tratamiento con o sin ortodoncia no será exitoso si no se corrige la causa que origina estos malos hábitos. Corrigiéndolos, no solo los dientes llegan a estar alineados y mantenerse en buena posición, sino que también se mejora el desarrollo facial.
Pero ¿Cuáles son esos malos hábitos? , existen diversos, pero como los mas comunes podemos mencionar y explicar los siguientes:
• Chuparse el dedo: Es uno de los mas comunes, este tipo de hábitos se caracteriza por la succión de cualquiera de los dedos. Los signos principales para distinguirlo son: 1).-Los dientes de arriba se inclinados hacia adelante (a veces separados), asi también como el labio superior. 2).- A veces los dientes de abajo se encuentran inclinados hacia atrás 3).- El pacientito también tiene la “mordida abierta”, donde los dientes de enfrente de arriba quedan separados de los de abajo al morder 4).- El paladar esta “alto” o “profundo”.
Este hábito se presenta cuando el niño se encuentra en un estado alterado debido al cansancio o al miedo o al stress o a la falta de afecto, etc.
Para corregirlo hay diversos aparatos que nos ayudan a eliminarlo en la gran mayoría de los casos. Además es muy importante el apoyo de la familia ya que es importante hacer que el niño se sienta seguro de si mismo, que se sienta querido y estar mas en contacto con el.

El habito de chuparse el dedo deforma la dentadura y la cara.


• Habito de lengua: Se caracteriza porque al deglutir, la lengua se proyecta hacia adelante haciendo que los dientes de enfrente, principalmente los superiores, se inclinen hacia adelante y en algunas veces, se separen. También la lengua presenta un aspecto flácido y es más ancha de lo normal. También se presentan problemas a la pronunciación , sobre todo con la “S”.
Este problema se debe a que el niño mantiene el mismo patrón de deglución que cuando era bebe.
Para corregirlo usamos diferentes tipos de aparatos, así como una serie de ejercicios para la lengua, estos últimos nos sirven para entrenarla en su nueva posición y darle una mejor forma.
El habito de lengua hace que la lengua, al proyectarse de una manera indebida hacia adelante, separe los dientes de abajo con los de arriba y deforme los labios.


• Respiración bucal: Esta es debida a que algo le impide respirar correctamente por la nariz al pacientito. Algunas veces es debido a unas adenoides o amígdalas de tamaño aumentado o algún agrandamiento de los cornetes nasales, entre otros. Los signos más visibles para reconocerla es que la boca se mantiene abierta la gran parte del día, al mismo tiempo que la respiración se hace por la boca, produciendo resequedad en los labios, encías inflamadas y/o sangran con facilidad. Los dientes de arriba se encuentran adelantados respecto a los de abajo y la mandíbula es pequeña y esta inclinada hacia abajo. En algunas veces hay presencia de ojeras.
En este tipo de problema el Ortodoncista busca apoyarse con el especialista de oídos, nariz y garganta (Otorrinolaringólogo) para que este nos ayude a eliminar los factores que causan estos problemas.
La respiración bucal produce caras alargadas debido a que la mandíbula gira hacia abajo y atrás. También hay incompetencia labial y los dientes superiores se proyectan hacia el frente y el maxilar superior se encuentra estrecho.


• Rechinar los dientes: Hace que los dientes se desgasten más rápido de lo normal, provoca que los músculos masticadores trabajen mas produciendo caras “cuadradas” y a veces provoca problemas de sensibilidad de los dientes. Muchas veces hay factores de stress relacionados con este hábito.
El rechinar los dientes provoca que los bordes de los dientes se encuentren desgastados y sensibles.

En conclusión, el eliminar estos hábitos en edades tempranas permiten que el desarrollo de la dentición y cara siga un curso normal y no provoquen deformaciones permanentes.